Se acaba septiembre y con él, se despide el verano, una estación que nos ha dado la oportunidad de nuevas y sorprendentes aventuras. Una de ellas ha sido descubrir, la sobrecogedora belleza de Meteora. Se trata de un lugar increíble al norte de Grecia que, debes contemplar al menos, una vez en tu vida.
Quedarte al menos una noche te permitirá contemplar como la luz del sol cae sesgadamente sobre una amalgama de misteriosas columnas de roca que parecen emerger en el valle de Tesalia. Podrás quedar sumido en un sueño tan profundo, que creerás tocar el cielo y, al despertar, por un instante, te sentirás insignificante. Sin duda, vivirás un mágico atardecer impregnado de gran sensualidad y misticismo. Unas horas más tarde, se mantiene el deseo de seguir disfrutando de tremendo espectáculo y magnífico paisaje.
Amanece y es hora de visitar los monasterios.
Amanece y es hora de visitar los monasterios.
Empieza la ruta y una sucesión de imágenes inolvidables. Alzo la mirada, el paisaje de día, es de una belleza incomparable y otra historia viajera comienza a echar raíces.
Meteora, en griego significa "suspendido en el aire" y fue reconocida en 1988 como Patrimonio Mundial de la Unesco. Estas peculiares formaciones geológicas, parecen caídas del cielo y sus elevadas cimas están coronadas por más de veinte construcciones monásticas, lo que las hace aún más fascinantes.
Este extraordinario lugar sagrado de retiro y meditación, es un referente para los ortodoxos griegos. El paisaje de cuento tiene su origen en movimientos tectónicos, el curso del agua y años de erosión. Los primeros monjes llegaron buscando un lugar perfecto y espiritual. Es curioso, en aquellos tiempos, allá por el siglo XI, llegar a la cumbre era prácticamente inaccesible. Subieron trepando y se resguardaron en cuevas.
En el siglo XIV, se construyeron los primeros monasterios y llegaron a su máximo apogeo en el siglo XV. Tras la Segunda Guerra Mundial, hoy día, sólo tienen actividad seis: Gran Meteoro, Varlaam, Agia Triada, St. Stephen, Rousanou y St. Nikolas Anapafsas. Aislados y sin agua, llevar provisiones tuvo su complejidad, así que se las ingeniaron con un sistema de poleas. En la actualidad se han construido escaleras y puentes para facilitar los accesos.
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Monasterio de Varlaam |
El monasterio está abierto de 9:00 a 16:00 y en verano, cierran los viernes. La parte interior visible, no puede ser fotografiada, aún así, merece la pena ver los iconos religiosos y la gran cantidad de frescos que albergan en sus paredes. Tiene una de las vistas más impresionantes, no te dejarán impasible.
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Monasterio Varlaam |
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Monasterio Gran Meteoro |
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Monasterio Agia Triada |
Mi siguiente y última visita monacal fue para el Monasterio de San Esteban, que se encuentra en el extremo sureste. Probablemente el de más fácil acceso, no hace falta subir ninguna escalera para verlo, simplemente hay que cruzar un pequeño puente de piedra. Aquí las mujeres, también pueden conseguir un pareo para cubrirse las piernas, ¡Ojo! Si se te ocurre llevar una camiseta que no cubre los hombros, tendrás que ponerte una camisola y te permitirán el acceso.
También padeció las consecuencias de la Segunda Guerra Mundial, acontecimiento por el que fue abandonado. Posteriormente, se hicieron cargo unas monjas que se encargaron de su reconstrucción. Ahora es un convento femenino que, no sólo dedican su vida al regocijo del alma y la contención espiritual, también se distingue por su gran labor filantrópica.
Custodia 148 manuscritos que destacan por la luz que desprenden sus colores. Algunos fueron realizados con pluma y pincel de copista. En su interior hay una pequeña iglesia rectangular dedicada a San Esteban. La vista que ofrece este monasterio es espectacular, se puede divisar la llanura de Tesalia y la ciudad de Kalambaka.
No llegué a visitar el Monasterio de Rousanou cuya catedral principal rinde homenaje a Santa Barbara y, el Sagrado Monasterio de San Nicolás Anapausas, a pesar de que este último es el primero del camino. Se encuentra muy cerca de la población de Kastraki. Para llegar a él, hay que cruzar el valle y subir 270 peldaños, en la antigüedad se hacia a desde una escalera colgante, digna de vértigo.
Merece la pena subir algunos escalones y deleitarse con un paisaje natural hermoso e inigualable. Es, como viajar a otra dimensión.
y....
Meterora es el lugar ideal para hacerlo.
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Monasterio de San Esteban |
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Iglesia de San Esteban |
Custodia 148 manuscritos que destacan por la luz que desprenden sus colores. Algunos fueron realizados con pluma y pincel de copista. En su interior hay una pequeña iglesia rectangular dedicada a San Esteban. La vista que ofrece este monasterio es espectacular, se puede divisar la llanura de Tesalia y la ciudad de Kalambaka.
No llegué a visitar el Monasterio de Rousanou cuya catedral principal rinde homenaje a Santa Barbara y, el Sagrado Monasterio de San Nicolás Anapausas, a pesar de que este último es el primero del camino. Se encuentra muy cerca de la población de Kastraki. Para llegar a él, hay que cruzar el valle y subir 270 peldaños, en la antigüedad se hacia a desde una escalera colgante, digna de vértigo.
Merece la pena subir algunos escalones y deleitarse con un paisaje natural hermoso e inigualable. Es, como viajar a otra dimensión.
"La verdadera profesión del hombre es encontrar el camino hacia si mismo"Herman Hesse
y....
Meterora es el lugar ideal para hacerlo.
Un hermoso post. Estuve en Grecia pero esta ruta se quedó fuera de nuestro itinerario. Me encanta la Frase de Hesse. Bss y buenas noches
ResponderEliminarMe alegra que te guste Katy. Si tienes oportunidad de volver, es un lugar maravilloso!
EliminarClaro que situados en el borde de las rocas estaríamos en suspensión (casi). Si impresiona desde abajo como será desde arriba. Saludos.
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